miércoles, 29 de abril de 2009

MORANTE... ES EL TOREO

Cuando nos ponemos a pensar, a decir, en definitiva, a definir el toreo podemos hacerlo de muchas formas, probablemente siempre caeremos en el subjetivismo en base a nuestros gustos o por el contrario podemos no mojarnos y decir simplemente, que el toreo es poderle a un toro (simplemente o no tan simplemente).

El toreo sí es poderle a un toro, pero es hacerlo con arte... y ahí es cuando llega el conflicto, los distintos puntos de vista y los diferentes conceptos del toreo.

Es cierto que de aquí para atrás deciamos "torero artista" y llevaba implícito una cierta ausencia de valor (que también hay que discutirlo) o también se les puede achacar una falta de regularidad, cierto es.

Pero como decía ayer Manolo Molés "esta faena va a ser recordada durante muchos años" e incluso "va a cambiar la propia historia de Morante".
Me hace mucha gracia cuando se quiere hacer de un torero un producto de mercado, que se vende como un plato de alta cocina ofreciéndose sólo en el "Bar-Casa Paco" o en "La taberna del tito Pepe" y resulta que ninguno de esos Restaurante o Bares aparecen en la Guía Michelín. Al final, la buena venta del producto y el prestigio del mismo (antes o después)se ganará, no a base de exigencias sino de demostraciones en los mejores restaurantes.

Lo de Morante ayer en la Maestranza de Sevilla, rompe con todos los tópicos vinculados a los toreros artistas, poniendo sobre la mesa del mejor restaurante el menú más exquisto que hayamos soñado los aficionados, con un primer plato a la verónica inconmensurable, un plato principal "bordo por raya" pensado y hecho con todos los ingredientes que requería el toro para presentar un plato que, por abarcar a todo, bien podría denominarse EL TOREO.

José Antonio Morante Camacho "MORANTE DE LA PUEBLA" hizo ayer el toreo, el toreo de los años 20 adaptado al siglo XXI, por desgracia ya casi no hay que poderle a los toros ahora hay que cuidarlos y saber mantenerlos para exigirles más que antes. Y Morante toreó a la verónica con las plantas de los pies como si fueran una extensión más del albero alcalareño, con esencia del cante grande alegre y cadencioso para sacarlo hacias las afueras, cargando la suerte, dando el pecho y hundiendo el menton, ¿eso no es perfecto...?

Y Morante hizo el toreo porque barrió de un plumazo el supuesto mérito que tienen otros por no torear y ser un camicace. Ayer Morante, le dio sitio al toro, le dió tiempo al principio y todo entre pitón y pitón, con sabor añejo, el sabor del toreo, templando y sin dejarse enganchar en la incierta embestida que tenía al picnipio "Pachocho". Nadie daba un duro por el toro, pero Morante sí y después de ese dificil prólogo, vino lo grande, siempre con mucho tiempo, interpretando el toreo largo, ligado y por los dos pitones, sin cansarse hasta que metió al toro en el canasto. Sevillanía pura, profundidad, arte y perfección en el planteamiento y en el resultado que sólo se vión empañado por la espada, mejor nos olvidamos de eso.

Si tuviéramos que explicar ¿qué es el toreo? sin duda habría que responder, el toreo... el toreo es Morante...

3 comentarios:

Doria dijo...

Lección de toreo.
http://aroal.wordpress.com/2009/05/05/juan-pedro-torea-juanpedro/

Monca Encendido dijo...

Me ha encantado esta entrada, Domingo. Ya se lo comentaba al amigo May, que esto es "Morarte". En el arte hay grandes dosis de sensibilidad, que muchas veces la gente ve en ello, fragilidad. Craso error. Me pasó el domingo preferia cuando Morante le pegó un media en el quite a su primero, que me levantó de cuajo y mirando al lado, sólo unos cuantos sentimos ese pellizco..., los demás sólo se fijaban en un ¡imbécil! que decía "qué ole ni ole...".
Y despidiéndome con un poquito de masconeo, ese que sé que te gusta... Al nombre del toro le podría seguir parte de la mítica frase "¿peluquera...?". "Pachocho, el de mi....", jajajajaja.

Un abrazo.

Domingo dijo...

Respecto a lo del que estaba en el tendido diciendo "que ole ni ole", como diría Joselito el Gallo "hay gente pa tó". todo el mundo no puede apreciar eso, asi que nosotros nos podemos considerar unos privilegiados Marcos, aunque suene pedante.

Y desde luego el masconeo "exquicito" me lo estoy viendo al bicho espetando esa frase mientras veía el almanaque jajajaja.