FERIA 2009: DEFINITIVAMENTE CUANDO ESTÁ EL TORO, TODO CAMBIA

Domingo Parreño Rodríguez

Pasó la feria y como todo cuando acaba, es momento de pensar y reflexionar sobre lo acontecido. Y la verdad uno se queda con el sabor agridulce de no haber visto todo lo que el ganado ha permitido, y encontrarse con los toros que hemos visto, actualmente es francamente dificil, por eso quizá da aún más "rabia". Y con todo ello uno sigue pensando y se pregunta si los toreros anunciados llegarán algún día a ser alguien en el toreo, especialmente los novilleros, y también (cómo no) se pregunta si las figuras actuales serían tales si fueran capaces de habituarse a torear estos tipos de toros en vez de acostumbrarse, como lo han hecho, al toro terciado, anovillado y noblón (por no decir tontón).


¿Por qué digo todo esto? Pues principalmente porque tanto los novilleros, como los matadores de toros que se han anunciado en Valverde este año, tienen un meritazo al haberlo hecho y al haberse puesto delante de los toros con los que se encerraban aunque luego en realidad no hayamos visto absolutamente casi nada redondo, a excepción de la faena de Javier Valverde, enturbiada por el bajonazo al quinto de la corrida de toros marcado con el hierro de Cuadri.

Como valverdeño, una de las cosas que más me han alegrado ha sido ver la novillada de Juan José Blanco Vélez, El Chaparral, y poder comprobar que va por muy buen camino, tanto los erales como los utreros estaban en general muy bien presentados a excepción del segundo que además fue un toro manso desde el principio. Sin embargo el cuarto y sobre todo, el quinto y el sexto dieron muy buen juego que por desgracia ni Parralo ni Manuel Reyes supieron aprovecharlos aún cuando sus antagonistas embestían con nobleza. Enhorabuena al ganadero y ánimos para seguir por ese camino.



De la corrida de TOROS-TOROS, uno se lleva una gran alegría y una profunda tristeza, supongo que como la mayoría de ustedes. La alegría sin duda, viene dada por el resurgimiento de los toros de Cuadri, gran quinto y buen sexto, como diría un amigo mío "pa hincharze con ellos". Sin embargo la tristeza viene dada por la cornada del primero a José Caraballo en el toro de su alternativa. Quizá las pocas tablas del chaval, aunque con muchas ganas, el picante propio de los Saltillos con el constante apretón por abajo y el quedarse descubierto hizo que al tercer aviso, el toro no estuviera dispuesto a pasar otra vez sabiendo lo que se dejaba atrás. Descontrol desde luego, en el momento de la cornada y mucho miedo en los tendidos, al menos yo lo pasé. Afortunadamente el torero se está recuperando satisfactoriamente y esperemos que en breve podamos darles buenas noticias.
Sin lugar a dudas, la otra gran alegría fue la presentación impoluta del ganado, ¡qué maravilla poder ver en una corrida estos dos encastes! Los de Adolfo Martín tuvieron sus complicaciones, y necesitaban desde el principio claridad de ideas y firmeza en frente para que estos no aprendieran. El segundo parado, con el que Joselillo estuvo aseado y cauto como en el resto de la tarde. Pero desde luego lo que no les faltó a ninguno de esos tres toros, fue bravura ¡cómo empujaron en el caballo! no le pegaron poco y quizá por eso luego se apagaron pronto en la muleta. Pero ¿de cuándo no ven ustedes un toro ir dos veces al caballo y en una plaza de tercera? pues fueron cinco de seis. ESTO ES LA FIESTA DE LA BRAVURA.

Javier Valverde en un buen muletazo al quinto de la tarde, mientras el toro, humillando, siguiendo la muleta y con el rabo "empinao" gran muestra de bravura y nobleza.

Y por útlimo, la novillada con picadores de Prieto de la Cal, por edad desde luego, porque por presencia ya quisieran algunas o muchas capitales de provincias lidiar corridas de toros con el trapío de esta novillada. Enhorabuena de nuevo al ganadero por la presencia pero también por el juego de sus reses aunque por desgracia se fueron prácticamente inéditos al desolladero. Tan sólo se cortó una oreja y la banda sonó excesivamente dos veces... mientras tanto aburrimiento generalizado en los tendidos ya que ni uno de los tres anunciados fueron capaces de hacerse con ninguno de sus antagonistas. Sólo el corte artístico de Jiménez Fortes en su saludo capotero al tercero y el tercio de banderillas del quinto de la tarde protagonizado por Juan Carlos de Alba, hicieron presentes al público valverdeño con sendas ovaciones. No pudieron y no supieron los novilleros darles lo que pedían a los de La Ruiza, es decir, bajarles la mano, darles tiempo y un poquito de firmeza, largura en el muletazo y en defintiva algo de temple. Sólo vimos enganchones y mantazos, lo siento pero no vi otra cosa.

En resumidas cuentas esta fue la feria, al menos como la vi yo, espero que no diste en demasía con el resto del público y de la afición que acudió al coso de la antigua Calle Carpinteros. Y una cosa a tener en cuenta, ni un sólo festejo sobrepasó la media entrada, habrá que recapacitar.

Fotos: Alfonso Macías y Gilberto Hernández