lunes, 18 de abril de 2011

MUERE JUAN PEDRO DOMECQ EN ACCIDENTE DE TRÁFICO

Según hemos podido saber por varios medios de comunicación a lo largo de la tarde, esta mañana ha muerto el que puede considerarse el representante de uno de los troncos de la ganadería brava mundial, Juan Pedro Domecq Solís.
Sin duda, un mazazo para el panorama taurino, la historia y la ganadería.


Mañana, tras llevarse a cabo la autopsia en Huelva, el cuerpo del ganadero será incinerado en nuestra localidad (Valverde del Camino), donde también se celebrará el funeral.


Desde aquí nuestro más sentido pésame y condolencias a la familia y amigos más allegados.


Tal y como informa Burladero.com "Juan Pedro Domecq Solís ha fallecido a sus 69 años, victima de un accidente de coche. En el kilómetro 69,700 de la Nacional 433, el Toyota Land Cruiser que ocupaba el ganadero ha colisionado contra un camión y Domecq ha fallecido en el acto, mientras el conductor del camión ha resultado herido. Mañana, martes 19 de abril, a las 17 horas, el cuerpo Juan Pedro Domecq será incinerado y se celebrará una misa funeral en el tanatorio de Valverde del Camino (Huelva)".


Foto: Javier Ocaña


Hace unos años tuve el honor (porque así fue, un honor) de que Andrés Romero Álvarez, un amigo, un colaborador, con una videoteca con la que nos sorprende cada día, me brindara una entrada en su blog. Casualmente y por desgracia, Valverde va a ser uno de los últimos en decirle adiós a uno de los ganaderos más importantes de la historia y precisamente por eso, de manos de AROAL, me gustaría enseñarles de nuevo este documento de gran valor que grabó hace unos años éste valverdeño, donde aparece Juan Pedro toreando, el ganadero, la persona, el taurino, aunándolo todo en su finca del Castillo de las Guardas, desde donde venía esta mañana, cuando perdió la vida.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Uno, en su delirio de aficionado, cree que los taurinos sólo pueden morir de viejo o entre las astas de los toros; que es imposible que la muerte pueda alcanzarles de otra manera, pues con ella conviven y se familiarizan hasta el punto de hacer un pacto de no agresión con otras formas de morir. Pero no es así; esto solo lo pensamos en el delirio de aficionado. La tragedia de Juan Pedro nos pone los pies clavados en el suelo -como se debe torear-, para pensar que la canina puede alcanzarte en cualquier circunstancia; que con ella no hay pactos que valga, y que cuando fija sus cuencas vacías en ti no hay capote provindencial que evite la cornada. Descanse en paz.
El ganadero de los toros artistas, al que tantas veces hemos criticado, era también el "fabricante" de los violines con que las figuras interpretaban sus melodias, y entonces,cuando estos salían por los chiqueros, nos tragabamos las críticas con sumo placer, porque entendiamos que para torear así eran necesario toros como los que él criaba.
Ya no oiremos, lamentablemente, su pecualírisma manera de hablar, de sentar cátedra con opiniones rayana en lo filosófico (no en vano, era poseedor de una vasta cultura), ni de ver su figura feble por los callejones.
Desde aqui, mi más sentido pésame a su familia y a todos los aficionados.
Manolo Sánchez.